Diseñado para resaltar los valiosos aspectos del patrimonio natural del pueblo, este paño, en un estilo casi fotográfico, se convierte en el eje principal de la fachada. Villafranca cuenta con paisajes naturales de gran belleza, enriquecidos por el paso del río Aragón. Los sotos han sido durante mucho tiempo un lugar tradicional para los villafranqueses, donde pasar los domingos en compañía de familiares y amigos, disfrutando de un buen rancho a la orilla del río.
Si salimos a la cascajera del río, podremos apreciar la majestuosidad de la pared de Peñalén, un imponente cortado en la peña de Funes, así como la confluencia del río Arga con el río Aragón, que continúan serpenteando a la sombra de la peña, reflejada por el artista en la parte inferior del panel. La visita a estas cascajeras permite a los visitantes apreciar los valores ornitológicos, botánicos y geológicos de la zona, que alberga una rica fauna y flora autóctona.
Además de los sotos, Villafranca cuenta con el paraje de la Badina de la Escudera, una zona húmeda de forma estrecha y gran valor medioambiental. En 1989, esta área fue catalogada como Enclave Natural, lo que ha permitido preservar los valores botánicos y faunísticos de este espacio. El tránsito de aves entre la Badina Escudera y los sotos ha dado lugar a la creación de colonias de diferentes especies en estos espacios.
Además de los sotos, Villafranca cuenta con el paraje de la Badina de la Escudera, una zona húmeda de forma estrecha y gran valor medioambiental. En 1989, esta área fue catalogada como Enclave Natural, lo que ha permitido preservar los valores botánicos y faunísticos de este espacio. El tránsito de aves entre la Badina Escudera y los sotos ha dado lugar a la creación de colonias de diferentes especies en estos espacios.