Este primer panel, de estilo ilustrativo, representa de manera ascendente el surgimiento del segundo asentamiento de nuestra villa y sus distintas denominaciones a lo largo de los siglos.
Este primer panel, de estilo ilustrativo, representa de manera ascendente el surgimiento del segundo asentamiento de nuestra villa y sus distintas denominaciones a lo largo de los siglos.
En la parte inferior, el artista presenta una réplica fiel del documento de los fueros otorgados por el Rey Sancho VI El Sabio en el año 1191 a la villa de Alesues, convirtiéndola en una 'villa franca', es decir, con una serie de derechos, exenciones fiscales y otros privilegios. Así, nuestra villa, que desde sus inicios fue mencionada con diferentes variantes del término Alesués (Alasuas, Alasves, Alesos...), comenzó a ser conocida tras esta concesión como 'Villafranca, la anteriormente conocida como Alesves'. Con el tiempo, se produjeron otras variantes, como Villa Franqua o Ville Franch, y a partir del siglo XIV, 'Villafranca' se convirtió en la denominación que se ha mantenido hasta la actualidad.
Anteriormente, en el siglo XI, se desarrolló el segundo y definitivo asentamiento de nuestros antepasados. Con población nueva o trasladada desde la zona romana, se construyó una fortificación que evolucionó con el tiempo, llegando a ser una torre o incluso un pequeño castillo (parte central del panel). Estas fortalezas sirvieron como defensa en las diversas batallas entre navarros, árabes, castellanos y aragoneses a lo largo de los siglos. A principios del siglo XVI, será derribada como muchas de estas construcciones defensivas, dando paso, en el mismo lugar y reutilizando parte del material, a la construcción de la basílica del Castellar, en honor a su Virgen, representada por el artista en la parte superior del panel.
Anteriormente, en el siglo XI, se desarrolló el segundo y definitivo asentamiento de nuestros antepasados. Con población nueva o trasladada desde la zona romana, se construyó una fortificación que evolucionó con el tiempo, llegando a ser una torre o incluso un pequeño castillo (parte central del panel). Estas fortalezas sirvieron como defensa en las diversas batallas entre navarros, árabes, castellanos y aragoneses a lo largo de los siglos. A principios del siglo XVI, será derribada como muchas de estas construcciones defensivas, dando paso, en el mismo lugar y reutilizando parte del material, a la construcción de la basílica del Castellar, en honor a su Virgen, representada por el artista en la parte superior del panel.
En este segundo paño, también de estilo ilustrativo, el artista captura de una forma original la esencia de Villafranca. En esta época, Villafranca adquiere sus símbolos más distintivos: un escudo compuesto por un águila negra y una bandera cuyo origen se desconoce, que destaca por su rareza en comparación con las de otras localidades navarras: un aspa dorada sobre un fondo negro. El artista reinterpreta estos símbolos de una manera original, transmitiendo una sensación de movimiento brusco, con la dificultad de encajarlo en una superficie muy alta y estrecha. El águila vuela majestuosamente, arrastrando tras de sí las cadenas y el color rojo de la bandera de Navarra.
En la parte inferior, encontramos la bandera de Villafranca, acompañada de un guiño al equipo de fútbol local, el Alesves, con franjas blancas y negras, los colores del equipo.
En este segundo paño, también de estilo ilustrativo, el artista captura de una forma original la esencia de Villafranca. En esta época, Villafranca adquiere sus símbolos más distintivos: un escudo compuesto por un águila negra y una bandera cuyo origen se desconoce, que destaca por su rareza en comparación con las de otras localidades navarras: un aspa dorada sobre un fondo negro. El artista reinterpreta estos símbolos de una manera original, transmitiendo una sensación de movimiento brusco, con la dificultad de encajarlo en una superficie muy alta y estrecha. El águila vuela majestuosamente, arrastrando tras de sí las cadenas y el color rojo de la bandera de Navarra. En la parte inferior, encontramos la bandera de Villafranca, acompañada de un guiño al equipo de fútbol local, el Alesves, con franjas blancas y negras, los colores del equipo.