Inicio

El Silo de Villafranca

El antiguo Silo de trigo que albergaba el grano de nuestro municipio, hoy se erige como un hito en la entrada del pueblo. No es solo un edificio; es un relato vivo de la historia, el arte, la cultura, las fiestas y las gentes de Villafranca.

Un poco de historia

El Silo fue construido en 1961 a través del Servicio Nacional de Trigo, quien solicita al Ayuntamiento terrenos municipales para su construcción. Con el paso de los años, este depósito de grano dejó de utilizarse y pasó de ser una estructura útil a un edificio en desuso y deterioro.

Silo antes de la restauración

En 2009, el Ayuntamiento reconoció su valor potencial y quiso recuperar este espacio para darle un uso municipal. Gracias a la documentación del Archivo Municipal, fue posible encontrar aquella cesión de terrenos, y se pudo recuperar el edificio para el pueblo. A partir de ahí, se busca darle un nuevo sentido a este edificio.

El renacimiento del Silo

Tras considerar desde el Ayuntamiento diversas alternativas para este espacio, en 2023 surgió una idea que desde el principio se presenta emocionante: Dado que se encuentra en una de las entradas por carretera a Villafranca, ¿por qué no transformar el espacio del antiguo Silo en una auténtica "tarjeta de presentación" para nuestro pueblo? Más allá de la revitalización de un espacio urbano, se aspira a crear un nuevo punto de interés turístico que atraiga a todos a detenerse, contemplar y explorar todo lo que Villafranca tiene para ofrecer.

Silo una vez restaurado

Después de dos años celebrando los Festivales de Arte Urbano organizados por la plataforma 31330 de Villafranca, donde se crearon espectaculares murales en diferentes puntos del pueblo, la idea de crear un mural de gran envergadura para dar vida a ese propósito resultaba apasionante. La entusiasta participación de artistas y público en estos festivales terminó de convencer de la importancia de esta iniciativa. El proyecto refleja la visión de transformar el espacio en un símbolo artístico y cultural.

¡En marcha!

La obra ha sido dirigida por el equipo de muralistas del estudio Deltadec. Desde el inicio contaron con el asesoramiento del historiador y archivero municipal José Luis Iriso Sánchez. Juntos, idearon lo que se ha convertido en el mural más grande de Navarra, cubriendo una superficie pintada de 1.200 metros cuadrados. Ahora, las paredes del Silo exhiben un mural vibrante que celebra la historia, arte, cultura, festividades y la gente que forma parte de Villafranca.

Muralista trabajando en el silo

La visión del Artista

El equipo se enfrentó a un desafío importante: el reto de embellecer un espacio vertical de 22-25 metros de altura. Se decidió no pintar una única imagen, sino incluir en el mural diferentes conceptos e ideas, incorporando diversos estilos y motivos, todo en paños muy estrechos, que deben armonizar entre sí, y gustar a diferentes públicos, adultos, jóvenes o niños. ¡Todo un reto!

Para lograr un conjunto armónico en la disposición de los paños en la fachada principal, se parte de un eje central, que representa el paisaje natural, y estratégicamente se coloca el resto de los paneles simétricamente alrededor de este punto central. De esta manera, desde el centro hacia los extremos, se presentan dos paños en tonalidades similares (verde), seguidos de otros dos paños que destacan por su variada gama cromática y un estilo ilustrativo coherente, culminando en los extremos con dos paños de estilo realista, casi fotográfico.

Siguiendo la misma lógica, en la fachada sur se dispone un panel central con tonos suaves y un estilo geométrico, flanqueado por dos paños de mayor impacto visual, uno en estilo ilustrativo y otro en estilo realista.

Vista del mural terminado

Lejos de querer 'reconstruir' el edificio, el artista quiso preservar y destacar su carácter antiguo. El resultado es un mural único que combina paneles de tres estilos diferentes en función de su dificultad: geométrico, ilustrativo y realista, y donde cada elemento y color ha sido cuidadosamente seleccionado, manteniendo la estructura del edificio tal y como la encuentra. Quedan cristales rotos, muros imperfectos o pilares destruidos como parte esencial del arte urbano que refleja la obra completa.

Desperfectos del silo